El "contacto de legado"

Captura de pantalla de la configuración del contacto de legado en Facebook

Hace poco me di cuenta que Facebook había implantado lo que se conoce como "el contacto de legado" y me hizo pensar sobre la conveniencia o no de una vez fallecidos seguir manteniendo el perfil en una red social, en este caso en Facebook. 
   Por si alguien no lo ha visto solo tiene que hacer clic en configuración y luego en seguridad. Si haces clic en Contacto de legado te sale el desplegable para que puedas elegir si quieres que tu perfil siga en Facebook o no. 
   Si decidimos mantenerlo tendremos que elegir a uno de nuestros contactos para que gestione nuestra cuenta.  Para que sea efectivo esa persona tendrá que comunicarlo, porque ya me diréis si no cómo se van a enterar que hemos fallecido. Como es lógico deberá de aportar prueba del fallecimiento.
  A partir de entonces nuestra cuenta se convierte en conmemorativa y el contenido que hayamos publicado dejará de ser público. Se supone que también lo será nuestro perfil.


 La persona que hayamos nombrado como contacto de legado tiene algunas facultades en nuestra cuenta.

1. Publicar en nuestro perfil.

   Me supongo, que ya es mucho suponer, que será para publicar algún recordatorio o fecha de funeral y esas cosas. 

2. Responder nuevas solicitudes de amistad.

  Que me perdone Marc Zuckerberg, pero esto me parece un chiste malo. Si te has muerto y tu perfil no es público ¿se puede saber quién te va a solicitar amistad? Y lo que es más fuerte ¿quién en su sano juicio le pide amistad a una persona fallecida? Pues nadie. Es que esto es de traca. Y luego qué ¿te va a enviar solicitudes para jugar al Candy Crush Saga? ¡Manda huevos! 
 Lo mire por donde lo mire a esto no le encuentro ningún sentido.

3. Actualizar la foto de perfil y la de la portada.

  Pues aquí no sé qué decirte, pienso que lo mejor sería dejar la biografía como la tenía la persona fallecida que por algo la puso, más que nada respetar su memoria.

Lo bueno es que no puede publicar en nuestro nombre ni tampoco ver nuestros mensajes. Aunque esto no lo podremos comprobar porque como nos hemos muerto nos quedaremos sin saberlo. A no ser que nos toque hacer de contacto de legado.


   ¿Vosotros qué pensáis?



Yo, por mi parte, no le pienso dejar el marrón a nadie. He marcado la opción de eliminar mi cuenta. Si alguien de verdad me aprecia es ahora cuando debe demostrármelo. Eso de publicar en el muro de una persona fallecida lo mucho que te acuerdas de ella me parece algo absurdo, más que nada porque no lo va a leer. Y en muchos casos, no en todos, seguro que cuando estaba vivo ni se molestaba en preguntarle qué tal estaba o cómo le iba. De cara a la galería queda muy bonito, pero como siempre digo: la amistad, el cariño, el amor, la afectividad hacia una persona se han de demostrar en vida. Todo lo demás es pura hipocresía. Lo siento si alguien se molesta, pero es mi forma de pensar.

  
   Si algo me gustaría que permaneciese una vez que yo fallezca, que espero que sea pasados muchos años, son mis blogs. 


  Ah, se me olvidaba. Quizás  alguno piense que la única razón por la que dejaría su cuenta como conmemorativa sería para que su familia tuviera un recuerdo suyo. Pues ahí es donde entra lo que yo exponía más arriba. Si de verdad apreciabas a esa persona (familiar, amigo o pareja) habréis compartido muchos momentos; pues bien, esos momentos que hayáis compartido seguirán vivos en tu biografía aunque ella decida eliminar su cuenta. Así que no hay excusa, si quieres a alguien demuéstraselo ahora, mañana quizás sea tarde.

  





Comentarios

  1. Yo no tengo Facebook (ni quiero) así que no tengo ese problema. Y, por supuesto, las cosas que tengas que hacer por una persona, las manifestaciones de cariño, los detalles con ella... haz de hacerlas en vida de esa persona, lo contrario es pura hipodresía, así de claro.

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  2. Yo sí, aunque cada vez entro menos, y si no me he ido es porque tengo a gran parte de la familia ahí y así mantenemos más el contacto. Tengo amigos de la infancia con los que ha sido una alegría reencontrarme y seguimos así manteniendo el contacto, amigos del instituto y de la Facultad. También tengo amigos virtuales, pocos, pero he tenido suerte de dar con muy buenas personas. La verdad es que en mi Facebook tengo pocos, pero buenos amigos.

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