Este año voy a proponerme cumplir las propuestas que siempre me propongo cumplir, que ya es mucho. Y voy a proponerme echar a patadas a la apatía y al desánimo, que por algo se empieza y es menester hacer sitio a la ilusión y la esperanza que espero que se encuentren cómodas y se queden a vivir.
Me he propuesto no hinchar más vanidades egocéntricas, que se busquen otro perrito adulador.
Voy a evitar debates de besugos, porque para qué perder el tiempo si al final por cansancio y por no escuchar más el mismo rollo acabas dándole la razón como a los locos para no terminar en discusión.
Me he propuesto no poner rumbo a ninguna parte ante cantos de sirena de discursos vacíos y mucho menos seguir la corriente de intolerantes que no tienen más que una visión inamovible de los hechos y que no admiten más que su opinión.
Me he propuesto adelgazar el aburrimiento y engordar mi biblioteca para vivir historias que contar.
Me he propuesto no aprender más idioma que la alegría y estudiar la felicidad.
Y he pensado que este año me voy a dedicar a pintar de colores la lluvia, una sonrisa a las nubes tristes y a la tormenta ponerle música de rock and roll.
Decididamente estos son mis propósitos para el nuevo año que espero que sea no tan bueno como este sino mejor.
En realidad, esto no es más que una excusa para felicitaros el año nuevo. Os deseo un feliz 2017 cargadito de proyectos positivos y que en este año podáis ver cumplidos muchos de vuestros sueños, pero sobre todo, sobre todo...sed felices.
Muy buenos propósitos que comparto en su totalidad. Feliz año.
ResponderEliminarFeliz año Marco Atilio, esperemos que este año nos deje mejores perspectivas que el 2016.
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