El pianista V.

      Las nueve, el sol luce en una mañana espléndida de primavera en la que el campo muestra su belleza, dando lugar a una sinfonía bellísima compuesta por colores y olores. Marcos se levanta y se asoma a la ventana del hotel dónde está hospedado y contempla con admiración el paisaje tan armonioso que tiene ante sus ojos, aspira el aroma de las flores y percibe una sensación de paz en su interior que no había tenido nunca. Lo que daría por contemplar cada mañana esa visión y sentir esa sensación de paz y plenitud. Mira el reloj, y recuerda que ha quedado a las diez y media en el hall del hotel con Silvia para ir al Registro, así que se aleja por un momento de su nirvana particular y se pone en marcha para asearse y vestirse. Mientras desayuna se dedica a leer el periódico local, y de paso repasa las notas que la noche anterior le había proporcionado Roberto. 
   Silvia acaba de llegar al hotel en el que se hospeda Marcos, quién aparece apresurado con sus notas que casi deja caer al tropezar con un turista francés algo despistado. Silvia no puede impedir soltar una carcajada por la cómica situación pues la libreta de notas salta de mano en mano como si de un juego de malabares se tratara. Marcos muy sonrojado por la escena vivida, al ver a Silvia muy divertida con la situación esboza primero una sonrisa sonrojante y al final una carcajada, pues se siente como un payaso malabarista.
¡Bien pues ya estamos aquí! dice Silvia, quien no puede parar de sonreír. Vamos al Registro Civil para ver que nos depara nuestras pesquisas. Marcos le comenta las notas tomadas la noche anterior, y de como pensaban que aquí la cosa se estaba complicando algo más de lo que en principio habían pensado. 
  Cogieron un taxi para no tener que perder gran parte de la mañana buscando aparcamiento, así ganarían tiempo. En el Registro tuvieron suerte de encontrar con que el Juez titular del Registro fuese un amigo de la infancia de Silvia. Ese día curiosamente no había mucho personal tramitando documentos, debido en gran parte a la informatización de la justicia, con lo que se puede solicitar cualquier documentación a través de la página web del Registro Civil de Santander, como en otras tantas ciudades de España. Así que le comentaron el caso al Juez quien ordenó a uno de los Agentes de Gestión Procesal y Administrativa que les ayudase. Buscaron la inscripción de matrimonio de Elvira Castañeda y encontraron los datos de su marido, inscrito como Luis Alfonso Andersson Piedrahita, nacido en Narvik, municipio de la provincia de Nordland en Noruega, hijo de Alfred y Esperanza, también aparecía la inscripción de la niña y de un niño que figuraba como muerto al mes de nacer a causa de una extraña enfermedad. Cuando terminaron de leer aquello, Roberto se quedó un poco pensativo, pues veía como la cosa se iba complicando cada vez más, era como si estuvieran tirando de un hilo de una madeja. Silvia y su amigo Enrique se quedaron charlando de sus viejos tiempos durante unos minutos; mientras tanto, Marcos llamó a Roberto para ponerle al tanto de las nuevas noticias. Al otro lado, Roberto le comentaba a Marcos que no les iba a quedar más remedio que viajar a Noruega o buscar a través de la embajada española en Noruega alguna información. 
   Cuando Roberto comentó Verónica toda la información que había recibido, decidió que ella viajaría con ellos a Noruega pues no podía quedarse cruzada de brazos sin saber quién era su padre en realidad. Era como si hubiera estado viviendo estos años en una mentira, se sentía como si le hubiesen robado lo más preciado que tiene una persona....su identidad, no estaba segura de quién era, y sobre todo tenía la sensación de haber estado viviendo con un extraño, que pocas veces le había mostrado un poco de cariño, siempre había encontrado ese amor en la mujer que la había criado, al fin y al cabo aquella mujer se sentía igual que ella. Pues siempre estaban las dos solas, puesto que su padre había hecho de su trabajo la causa de su existencia, trabajo que consistía en haberse apoderado de los negocios de la familia de su mujer, y por lo que se hablaba no los llevaba dentro de la legalidad, en los últimos años se había rodeado de personas de alta esfera no muy recomendables

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