Después de terminar su trabajo en el despacho del departamento de Psicología de la Universidad Metropolitana de Londres, Edward Harris, marcha camino a su casa. En el instituto próximo a la Universidad celebran una fiesta los alumnos de los últimos cursos para recaudar fondos para el viaje de estudios. Edward, coge el coche y al pasar frente al instituto, unos alumnos se abalanzan sobre su coche, están algo ebrios. Estos lejos de asumir sus culpas insultan al profesor y le hacen un corte de mangas, y una de las alumnas se acerca a la ventanilla y le increpa con malos modos y le insulta. Lejos de enfrentarse a la pandilla, el profesor, les ignora y sigue su camino.
Llega a su casa y saluda a su mujer y le comenta lo ocurrido. Su esposa le prepara la cena y una infusión relajante que le ayude a dormir tranquilo.
Hay niebla, y la fría humedad se cala en sus huesos, camina lentamente bajo la opacidad de tan brumosa compañera. Al cabo de unos segundos la divisa, ella apresura el paso al ver aparecer una sombra entre la niebla. Puede ver el miedo en su rostro, está algo desorientada, pero al aproximarse algo más parece reconocerle y su expresión cambia. Pero lo que ella no sabe es que él alberga un oscuro propósito, algo aterrador. De manera súbita saca un objeto reluciente de su abrigo oscuro, y lo blande contra el cuello de su víctima seccionándola. La mirada aterrorizada de la joven no hacen más que acrecentar su instinto asesino, puede verla con claridad, ella en un esfuerzo por salvar su vida araña su cuello, pero no consigue zafarse de su agresor.
Es raro, no siente pena, ni compasión, nota en sus manos el calor que aún despide el cuerpo de la víctima, pero no siente nada, en un instante nota que su mente intenta luchar contra sus sentimientos. Es como una lucha entre el bien y el mal.
Se despierta de un sobresalto con el corazón agitado. ¡Uf solo ha sido una pesadilla! pero nota algo que le inquieta, le escuece el cuello, como si tuviera un arañazo. Nervioso corre hacia el cuarto de baño. ¡Dios mío no puede ser! Ve con horror esa marca en el cuello. Son unos arañazos. Se sume en una profunda inquietud, ¿Cómo diablos ha ocurrido? Debe ser un arañazo de Karol, su gata siamesa. Su mujer que acaba de despertarse le ve volver a la cama con la cara desencajada como si hubiese visto a un fantasma. El le comenta el sueño y le muestra la herida del cuello.
- ¡Tranquilo cariño, eso es una pesadilla! el arañazo bien pudo hacértelo Karol. Recuerda que estuviste dándola de comer y jugando con ella antes de cenar. Estabas muy cansado y ya sabes que ella se pone muy pesada.
- Tienes razón y respecto a la pesadilla quizá exista alguna explicación lógica para todo esto.
- Puede que el curso que estáis impartiendo de Psicología Criminal te esté causando algo de estrés y de alguna manera se traduzca en estas pesadillas horrorosas.
-Parecía todo tan real, era como si estuviera viendo por los ojos de otro, pero al mismo tiempo podía saber lo que estaba sintiendo aquel sujeto. Dios mío por algún momento incluso llegué a sentir las mismas emociones que él, o mejor dicho la ausencia de ciertas emociones.
-Vamos a dormir, verás como mañana todo esto lo habrás olvidado y verás que solo fue una mala pesadilla.
Al día siguiente, antes de desayunar y como de costumbre cada fin de semana, se acerca al quiosco de prensa más cercano y para horror en la primera plana de todos los diarios londinenses aparecía la noticia de un macabro hallazgo.
Los titulares rezaban "Un imitador de Jack el destripador vuelve a sembrar el pánico en Whitechapel", casi todos coincidían en que el modus operandi del asesino era calcado al de Jack el destripador. Notó que se mareaba y a punto estuvo de caer de no ser por su vecino Thomas Richardson, eminente abogado.
- ¡Edwards! ¿se encuentra usted bien?
-Sí gracias me encuentro bien...Debió ser la impresión de las noticias de hoy, no esperaba encontrarme una noticia así hoy sábado, y como aún no he desayunado me ha cogido con mal cuerpo.
Mientras desayuna Edward, va leyendo todo los datos que aparecen en el diario. Para su sorpresa la imagen que aparece de la joven brutalmente asesinada es la de la chica que vio en sus sueños. En ese instante el pulso se empieza a acelerar, casi se ahoga, intenta llamar a su mujer pero apenas puede emitir sonido alguno. Por suerte, Rose aparece en la cocina y auxilia a su marido, ella es enfermera en el Royal London Hospital, sabe perfectamente que es un amago de infarto y logra reanimar a su marido. Intenta convencerlo de que vaya al hospital a que le examine un cardiólogo, pero Edward se niega en rotundo.
Al día siguiente, en el curso de psicología criminal, todos son preguntas sobre el asesinato del la noche del viernes.
La semana resulta agotadora para Edward, el curso ha girado en torno a la figura de Jack el destripador. No debería inquietarle en demasía, pues no en vano su tesis doctoral giró sobre los rasgos psicológicos de "Jack el destripador". Conoce muy bien todo el tema y quizá ello le esté afectando más de lo que debiera. ¿Y si el asesino fuera en realidad alguien que estuviera asistiendo al curso?
En la noche del sábado, Edward se siente algo más tranquilo no ha vuelto a tener pesadillas. Esa noche también hay algo de niebla, lo nota por la humedad, la espalda le duele un poco. Es debido a aquel maldito accidente que tuvo de joven, que le mantuvo varios meses en el hospital, tuvo episodios de amnesia parcial. No recordaba nada de su infancia. Tampoco ahora recuerda mucho, apenas nada, pero ha aprendido a vivir con ello.
Esta caminando de nuevo por una calle que le resulta familiar, puede ver algo, hay una chica que está buscando clientes en la calle, al lado de una farola. Le está mirando y le pregunta si desea compañía para esta noche. Ve como la acepta y se marcha con ella .
La escena se repite otra vez, él de manera imprevisible saca un objeto que parece un cuchillo y....Despierta de un sobresalto, y su mujer asustada le pregunta que le sucede. Le comenta el sueño. Le pide a su mujer que le examine para ver si lleva alguna señal de arañazo o sangre. Su mujer le tranquiliza.
Suena el teléfono, es el Inspector Greg Horton, que le pide ayuda con el caso. El se sorprende al principio, pero después se da cuenta de que es normal que acudan a él.
Al llegar a la jefatura de Scotland Yard, se encuentra con su viejo amigo Robert Standley un experto criminólogo y compañero de estudios.
- He mandado llamarte ya que tú eres experto en psicología criminal y además hiciste una magistral tesis doctoral sobre la figura de "Jack el destripador". Verás, al parecer tenemos a otro experto, que está copiando al milímetro el modus operandi del asesino. Y he pensado que solo un experto como tú puede ayudarnos.
- Bien me interesa el tema, pero antes tengo que hablar contigo en privado de algo que solo puedo confiarte a ti.
-Bien, en ese caso.... Dirigiéndose a los demás agentes, el detective y criminólogo Bob Standley pide que les deje solos unos minutos.
Edward le comenta a Bob todo lo relacionado con sus visiones y lo de los arañazos. Bob se muestra sorprendido, pero conoce bien a su amigo y confía en él. No temas Edward vamos a comentarle esto a Greg, el también estudió psicología y criminología, quizás podamos encontrar alguna respuesta lógica a lo que te está pasando.
El inspector al oír lo sucedido les propone que Edward coloque una cámara de vídeo en el lugar en el que duerme a fin de comprobar ciertos hechos y que no tiene más remedio que pedirle que se haga una prueba de ADN, para descartar cualquier posibilidad. Quizás, comenta, de alguna manera está usted conectado con el asesino.
Ha llegado el viernes, y Bob ayuda a su amigo a colocar la cámara, pero ha convencido a su amigo para que salga de la habitación y colocarla de forma que él no sepa dónde está a fin de que si es sonámbulo pueda en ese trance levantarse y desconectar la cámara.
Llega la noche pero Edward no tiene mucho sueño, al final cae rendido. Todo vuelve a empezar, camina a paso apresurado hasta llegar a una parada de autobús, la chica que se encuentra allí le resulta familiar, es una de sus alumnas, él jamás le haría daño a una de sus mejores alumnas. Lo raro es que ella le mira y no se siente asustada por su presencia. ¡Vete! intenta gritarle. ¿ No ves que no soy yo? Ella se muestra confiada, pero vuelve a suceder. De repente ocurre algo imprevisto. Por primera vez puede ver el rostro del asesino, pero.....¡No puede ser! Es su rostro el que ve, pero algo sucede, le está hablando, ¿Cómo es posible?
-No puedes escapar de tus propios instintos jajajajaja. Mientras se ríe, corre a toda prisa por la calle y se pierde entre la oscuridad de la noche.
Edward se levanta aturdido, pero en un intento de demostrar que es inocente llama a su amigo Bob. Su mujer, se despierta sorprendida, no sabe que le está sucediendo a su marido.
Bob llega al domicilio de los Harris y comprueba la cámara, pero algo ha sucedido, ha fallado algo y la cámara no ha funcionado. Por desgracia para Edward, han hallado a la joven muerta, se trata de Laury Olsen, estudiante de Psicología de la Universidad y alumna de Harris.
- Lo siento amigo pero debes acompañarnos.
- Bob sabes que yo jamás haría algo así, esto debe tener una explicación.
- Créeme amigo es mejor para ti, de momento y confiando en que eres inocente no diremos que hemos detenido a nadie. Si es cierto que no eres el asesino, él volverá a actuar.
- En ese caso, acepto.
Estamos a la espera de los resultados de ADN, con toda probabilidad los tendremos el lunes a más tardar.
En otra habitación está la esposa de Harris, Jane, ella sabe que su marido es inocente, pero no puede demostrarlo. Es su palabra frente a la del resto del mundo que le señala como un monstruo que acaba de surgir de lo más profundo del averno. Sabe que él no pudo hacerlo, cuando los hechos sucedían su marido estaba en casa, no salió en ningún momento y así lo ha declarado ante el Inspector y ante la humanidad entera si hubiera hecho falta. Pero de momento, todos los indicios le apuntan a él.
....Continuará -----To be continued.
wuooooooooooooo
ResponderEliminargenil suspenso al maximo
continuacion esperando
*-*