El pianista X. Leve sospecha 1ª parte.

   


    Los primeros rayos de sol que entran por la ventana iluminan su rostro, despierta y la mira con una sonrisa en la cara, acaricia suavemente su pelo y su cara, después desliza suavemente su mano acariciando su espalda, ella abre los ojos. Sonríe y le da un beso de buenos días.
-¿Eres real o solo un sueño?- pregunta Marcos mientras la sigue besando.
-¿Tú que crees? responde Silvia.
-Pues si eres un sueño yo no tengo ganas de despertar.
-Entonces no despertemos nunca de este hermoso sueño.
   Pero la realidad les termina por despertar de este particular ensueño.  Suena un pitido en la planta de abajo, en la cocina Aroa está haciendo el café y las tostadas cuyo aroma envuelve pronto la casa y ejercen su efecto llamada.
     Bajan a desayunar con Aroa que esta mañana ha quedado con Julio Expósito en ir al laboratorio para realizar la prueba de ADN.
  Julio está nervioso, desea con todas sus fuerzas que las pruebas determinen que él es el hijo perdido de Elvira. Sí y lo desea porque siempre se sintió como uno más en la familia y no como un extraño. Al salir del laboratorio se acercan a una cafetería en la que habían quedado con Silvia y Marcos.
-¿Qué tal ha ido todo?-pregunta Silvia.
-Bien, hasta dentro de dos días no nos dan los resultados.
-En ese caso los tendremos antes del viaje a Noruega.
-¿Habéis tenido noticias de Verona?- pregunta Aroa.
- No, Roberto quedó en llamar esta tarde para preguntar sobre la prueba de ADN y arreglar lo de la reserva del hotel.
    
   Hace días que Enzzo Prizzi viene observando que un coche BMW de color gris marengo les viene siguiendo a cierta distancia y empieza a sospechar que quizás están siendo vigilados por alguien. ¿Pero quién? y  lo más importante ¿por qué? Para no perder tiempo, llama a su hermano Luca, inspector de policía para ponerle al corriente.
    Esta mañana Enzzo ha quedado con Roberto para ir a ultimar los detalles del viaje a Noruega, de paso han decidido dar un paseo turístico algo más relajado. Van caminando tranquilamente por la calle Cappello, Enzzo va comentándole a Roberto un poco la historia de cada edificio. Al llegar a la casa de Julieta, Enzzo le hace una señal a Roberto, llamándole la atención disimuladamente sobre la presencia de un individuo que aparentemente parece ser un turista japonés. Enzzo le comenta a Roberto el significado de los papeles y mensajes de enamorados que cubren la entrada del porche de la casa de Julieta. Pasan hacia la zona del patio, en dónde se halla la estatua de Julieta, el turista japonés les sigue a cierta distancia con su cámara fotográfica, Roberto que también lleva la suya fija su objetivo y disimuladamente se coloca como si estuviera enfocando a la estatua, luego le pide a Enzzo que se ponga en la posición idónea para dirigir el objetivo de su cámara de forma discreta hacia ese extraño turista.
  -¡Enzzo no te muevas!- exclama Roberto haciendo ademán de enfocar mejor al japonés.
-¡Yo soy muy poco fotogénico!
  Al salir de la casa de los Capuleti, entran en una tienda para ver cuál es la reacción de aquél individuo, y sus sospechas se confirman al comprobar que éste se hace el tonto y sigue merodeando por la zona como si tal cosa. Enzzo decide llamar a Luca para avisarle de que envíen a alguien de paisano para que le hagan un seguimiento, le dan su descripción física. Luca les pide que aguarden unos quince minutos y que enviará a uno de sus mejores hombres.
   Transcurridos los quince minutos, que han aprovechado para comprar algún recuerdo de Verona, como hacen todos los turistas, salen a la calle. Comprueban que el japonés está en otra tienda y parece estar hablando por su teléfono móvil. Enzzo y Roberto llegan a la calle Manzzini, que está repleta de gente entre turistas y gentes haciendo sus compras. A una cierta distancia, camuflado entre un grupo de turistas nipones, se encuentra el sospechoso que no parece haber advertido la presencia del agente Fabrizio. Al llegar a la plaza en la que se encuentra el café Filippini, Lucía y Verónica les esperan tomando un capuccino tranquilamente charlando con un viejo amigo de la familia, Carlo Veronesse. Se sientan con el grupo como si no sucediera absolutamente nada y charlan animadamente con Carlo. Al levantarse de la mesa para marcharse Enzzo observa como el japonés está enfocando a su hija Lucía, entonces coge el porta servilletas metálico y lo coloca de manera que el sol provoque el destello de luz suficiente para fastidiar la posible instantánea, y al hacerlo logra deslumbrarle. 
   Al llegar a la casa reciben la llamada de Luca, les ha comentado que tiene algo importante que comentarles. En media hora estará allí. Enzzo pone al corriente a Verónica y a su hija. 
    A la media hora reciben la visita de Luca.
- Enzzo el turista japonés ha sido identificado como un miembro de un grupo de delincuentes relacionados con el tráfico de obras de arte y tienen conexiones con la mafia. 
- Vamos una joya- apunta irónicamente Roberto.
- Está en ello, pues es un principiante y poco conocido por la policía, de ahí que le hayáis detectado enseguida.
-¿Pero qué es lo que buscan de nosotros?-Pregunta sorprendido sin acertar a comprender ese interés repentino de la mafia por seguirles. Por un momento a Enzzo se le viene a la cabeza la posibilidad de que tenga que ver la concesión del pabellón, pero lo desecha porque entre los proyectos presentados estaba el proyecto presentado un gran arquitecto que fue desechado por el elevado presupuesto, y el de un australiano cuyo proyecto no era del agrado de nadie del consistorio.
- Creo que alguien está interesado en saber qué estáis tramando- Afirma Luca.
-¿A qué te refieres, no te entiendo?- pregunta Enzzo sorprendido por la afirmación de su hermano.
- Estáis desenterrando a un muerto, que no sé yo si está muy vivo o está muerto.
- ¿Puedes explicarte un poco mejor?
- Me comentasteis que andabais indagando la verdadera identidad de tu suegro ¿verdad?
-Cierto, pero y eso ¿qué tiene que ver con la mafia?- Pregunta Enzzo.
- Verás, cuando falleció nuestro padre en aquel infortunado accidente yo jamás pensé que se tratara de un accidente sin más. Es más, siempre he pensado que fue provocado. No sé si sabrás que nuestro padre empezó a averiguar ciertas cosas de tu suegro y socio suyo.
- ¿Piensas que mi suegro estuvo implicado en su muerte? 
- Sí. 
-¿Pero cómo si fallecieron los dos en ese accidente?- Pregunta desconcertado Enzzo sin saber a qué se refiere Luca.
-Enzzo, el coche quedó totalmente calcinado y no quedó rastro de nada que pudiera darnos la seguridad de que con nuestro padre viajase tu suegro. Yo te aseguro que tengo la sospecha de que el viejo zorro está vivo, y os está vigilando para comprobar hasta dónde habéis podido averiguar.
   El móvil de Luca suena en ese momento, han seguido al sospechoso, al parecer suele frecuentar un local famoso por celebrar partidas de juego clandestino. De momento, Luca ordena que no detengan a nadie y que intenten averiguar para quien trabaja en la ciudad. Para ello cuentan con la agente Sofía Mazzei infiltrada en este tipo de antros. Sofía es famosa como jugadora profesional bajo el sobrenombre del "huracán veronés" por su habilidad especial para arrasar a sus rivales en el póker, no obstante en los casinos de toda Europa tiene prohibido jugar, claro que esa fama le viene de antes de que se hiciera policía. Pero esa es otra historia, ahora se debe a la ley y a ello sirve en cuerpo y alma.

Continuará



   
   

Comentarios

  1. Esto cada vez se complica más... y los análisis por favor, qué dicen los análisis???

    Besos :)

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  2. Yo no digo na, que ya sabes lo que voy a decir...era absolutamente necesario un final en dos partes?...Espero que esté pronto el final...mira que lejos no estoy que la colleja te puede llegar...;)

    Espero que no se te ocurra subdividir la 2ªparte en más partes, que tu eres muy capaz...

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    Respuestas
    1. En ese caso no desvelo nada que te veo cogiendo el coche camino a Zeneta a darme la colleja XDD

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