La obstinación de Merkel

  Esta mañana el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmaba que la Unión Europea afronta un problema sistémico capaz de poner en duda la supervivencia de la eurozona, Además, ha denunciado que no todas las capitales europeas son conscientes de la urgencia de tomar decisiones para frenar la crisis de la deuda. Está claro que se refiere a Merkel y su obcecación por control del déficit, pero no por tomar medidas que supongan un alivio a los países que están sufriendo constantes ataques de los especuladores, perdón digo de los mercados.
    En su discurso ante la Eurocámara, Barroso, ha afirmado que "estamos viendo que incluso cuando los Gobiernos adoptan los pasos correctos en materia de reformas pueden sufrir el impacto negativo de acontecimientos fuera de su control o por falta de una respuesta decisiva y global a largo plazo". Está claro que se refiere a España y las últimas reformas aprobadas, que parece ser que no han dado el fruto que se esperaba. Por ello se apela a la urgencia de una unión monetaria y económica mucho más profunda. Ya hace tiempo se hablaba de la posibilidad de reformar el sistema financiero y abordar una unión presupuestaria de manera que se reforzase el poder de la Comisión y así poder examinar los presupuestos de los Estados miembros y establecer iniciativas de crecimiento, lo que podría abrir el camino a los eurobonos. Si esos de los que Merkel no quiere oír. Pero si nos limitamos a adoptar como única medida la de los recortes del déficit presupuestario y no afrontamos esta debacle con políticas de crecimiento, me parece a mi que nos iremos a pique sin remedio y mucho me temo que Merkel no está por la labor. 
    Parafraseando un poema ,erróneamente atribuido a Bertolt Brecht, del pastor luterano Martin Niëmoller...Yo le dedico este a Merkel...imaginad a Merkel recitando este poema. Primero los mercados vinieron a por los griegos, pero como no soy la presidenta de Grecia no me preocupé.
 Después vinieron a por los portugueses, pero como no soy la presidenta de Portugal, ni me inmuté.
  A continuación los mercados vinieron a por los irlandeses, pero como no soy la presidenta de Irlanda, no protesté.
  Más tarde vinieron a por España e Italia, pero como no soy la presidenta de España ni de Italia, ni me remordió la conciencia.
   Y así fueron cayendo uno tras otro, pero como no soy la presidenta de ninguno de estos países no me preocupé en demasía.
  Pero una mañana vinieron a por Alemania, y ya era tarde....


    Pues ahí queda dicho, si queremos salir de esta tenemos que aplicar no solo la venda para tapar la herida, sino  que además hemos de poner un tratamiento al enfermo para que evolucione a su sanidad. Esto se traduce en políticas de crecimiento, y no políticas única y exclusivamente de austeridad. Señora Merkel, reaccione antes de que el enfermo-Europa- entre en fase terminal, porque entonces se hundirá Alemania también. Y lo peor es que será usted la que sea señalada por el resto de sus socios europeos como la artífice del descalabro por su obstinación y su sordera. Supongo que esto no lo leerá usted nunca, pero ahí queda. 
  

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