La bombona de butano me mira mal

   Tras un concienzudo estudio y análisis de las diferentes variables he llegado a una conclusión: a saber, la bombona de butano me mira mal y me ha declarado la guerra. Si ya sé que suena a manía persecutoria, y demás paranoias, pero después de innumerables experiencias y análisis rigurosos he podido constatar que la muy rencorosa, pérfida y maligna bombona me la tiene jurada. Y os preguntaréis que cómo puedo llegar a esa magnífica y erudita conclusión. Bueno pues es muy simple, siempre que decide agotarse es cuando me toca ducharme a mi, da igual si es invierno o verano, si hace un frío polar o no,  al cabo de recibir el agua templada o calentita, de golpe ¡zas! ahí tienes una de agua fría. Esto en verano, pues como que no tiene importancia. Pero llega el invierno, y como que la broma no tiene gracia alguna, al menos no para mí que es a la que siempre le toca  la glacial sorpresa.
   Lo peor de todo es que lo hace únicamente cuando me toca a mí, ya se puede duchar un ejército de millones de orcos, duendes y demás seres extraños y fantásticos a modo del Señor de los anillos, que si llego yo, ella ya está preparada para descargar su odio en forma de agua gélida. 
    Pero su rencor además lleva aparejada gran dosis de premeditación y alevosía, pues se reserva su peor venganza para el día más frío del año. Si amigos, aunque no me creáis ella lo hace adrede. Yo por si las moscas me asomo y la sonrío, ella disimula y después de tener enjabonado hasta el pabellón auditivo interno, llega ella y descarga toda su rabia.

    La siento a lo lejos descojonarse de risa al oírme gritar y decir mil barbaridades. Después de acertar a coger el albornoz, me dirijo a ella y pone cara de póker, como si no fuera con ella la cosa. Entonces aprovecha mientras que me dispongo a colocar la siguiente para mirar de reojo y conspirar con su hermana que ya se ha aprendido la lección.
   No se lo digáis a nadie, aquí entre nosotros os diré un secreto de  Estado: creo firmemente y es más, afirmo con total seguridad que debe haber una confabulación de bombonas de butano que conspiran para hacerme la vida imposible.

Comentarios

  1. No creas no eres la única, por eso me cambie al gas natural, ahora soy yo la que rio en la ducha ;)

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  2. Ves el mundo al revés, cuando vivía en Murcia capital tenía gas natural, pero aquí no :( Y es que no falla, mira que a veces me hago la remolona para ver si le toca a mi padre, pero nada como dicen por mi tierra la joía por culo esta parece que me la tiene jurada, se espera a que me toque a mí para hacer la gracia completa XDD

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  3. jojojo... ya suele pasar, Isa, parece que siempre le toca al mismo, en este caso, la misma :)
    Creo que se puede hacer un invento para empalmar el gas de dos bombonas, para cuando se acaba una, comienza la siguiente. Así puedes bañarte sin problemas y reponerlas para tener siempre gas. Así lo tienen hecho los que tienen calefacción con bombona de gas propano. Pregunta al lampista.

    Cuando yo tenía bombonas, antes de ducharme las cambiaba si tenía poco peso y despué volvía a cambiarlas para seguir apurandola en la cocina. Es otro medio de que no te pase :)

    Pero vamos, que está visto que te tienen clichada jajajaja

    Montones de besos

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    1. Si me la tiene jurada la dichosa bombona jajajaja. Yo espero que pronto pueda pasarme al gas natural y así estoy descuidada, otra opción sería poner el calentador eléctrico, pero eso tiene el inconveniente que sale más cara la broma..en fin ya sobornaré a la bombona o la amenazaré con el gas natural para ver si se porta bien XDD

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